Recientemente se vienen citando y canturreando historias acerca
del crecimiento de le extrema derecha en España, un crecimiento falso
fomentado por medios de comunicación como la sexta u otros medios
propagandísticos del sistema que curiosamente donde más daño hacen es en
los llamados “anti sistema” (en especial gente de ultraizquierda). Todo
esto viene derivado de una estrategia política internacional de las
grandes elites, que buscan destruir cualquier tipo de base patriota
europea para llevar a cabo con más facilidad sus planes de colonización
económica global.
Lo más triste de todo este asunto no es que los snobs del mundo
político (y con esto me refiero a los que hacen política por moda, los
anarcocomunistafeministaintegristaseparatistaantiblancosantifas) sean
los más afectados por todos estos cuentos para bobos, gente que se cree
muy radical y muy luchadora cuando no son más que peones del Estado ,
sino que la gente de a pie con la nariz en el televisor y la mano en
polla tengan el valor de allanarles el trabajo dándoles la razón sin
haberse llevado a la boca más que basura propagandística,
sentimentalista y sensacionalista. Causando así un odio social infundado
hacia todo lo que tenga que ver con el mundo de extrema derecha:
Familia, cultura, identidad…
Con todo este plan en marcha lo que las elites internacionales
pretenden lograr es la disolución de los valores básicos para lograr sus
objetivos materiales y amorales ¿y qué mejor forma que eliminar a
aquellos grupos que lo representen de forma más radical, para que la
disolución de los mismos sea radical también?
La ineptitud del ciudadano de a pie es inaudita, cuando en Galicia
mismamente se pueden observar atentados (si es que se les puede llamar
así) de grupos terroristas de extrema izquierda como Resistencia Galega,
y una monstruosa crecida de actos violentos por culpa de hinchadas de
futbol que se declaran extremistas de izquierda libremente. Es
intolerable que toda esta gente salga impune de cualquier delito
mientras se promulgan las “leyes del odio” que por cierto solo implican a
aquellos que porten o representen ante público a la simbología de
“ultra derecha” ¡Qué insisto es el grupo más minoritario perseguido y
discriminado del país, por mucho que les pese a los homosexuales, en
esta llamada “democracia”!
Pero todo esto no es solo culpa de los borreguitos del sistema que
nos piden que leamos mas, cuando lo único que han hecho ha sido leerse
el diario de Ana Frank y dejarse embaucar por un puñado de películas
sentimentalistas como el niño del pijama de rayas, también viene
incrementado por aquellos que a sabiendas de la persecución que existe
contra colectivos minoritarios, como es la extrema derecha, sienten
orgullo metiendo la pata y dándole la razón al sistema reproduciendo con
“honor” las paridas que nos dicen por la TV. Es como si creyeran toda
la basura que el sistema arroja sobre estos colectivos y encima la
defendieran en vez de intentar limpiar la imagen.
Por todos estos motivos creo que es necesario un llamamiento a la
razón y a la coherencia, es necesario pulir nuestra imagen antes de que
esta situación se descontrole, el más mínimo acto violento puede hacer
más daño de lo que se puede imaginar, ¡no juguéis a su juego! Combatid
al sistema con criterio propio, no como ellos os digan que debéis
hacerlo.
Fuente: El Occidental