Primera nota de prensa de la delegación del ESFS en Siria:
Damasco,
31 de agosto – El humo del narguile llena la sala, entre chicos que
juegan a cartas y otros que celebran el gol del Bayern de Munich. Si no
fuera por el ruido de algún mortero de fondo y los puntos de control del
ejército, Damasco podría ser tranquilamente confundida con una caótica
capital medio-oriental o mediterránea, totalmente lejana del imaginario
destructivo creado por los medios de comunicación occidentales.
La
vida de los sirios transcurre tranquila, pero siempre con la sensación
de un ataque inminente. El estado y las instituciones parecen preparadas
para un empeoramiento de la situación, pese a que se está procediendo
con a la evacuación de los edificios públicos. Hay preocupación pero
también unidad, el pueblo y el gobierno se aferran entorno el presidente
Assad y el ejército. Un orgullo del cual los italianos estamos
desacostumbrados, y que es perceptible desde nuestra llegada en la
frontera entre Líbano y Siria, entre las sonrisas de los soldados que
hacen guardia.
La presencia de
europeos, de italianos, que apoyan la causa siria, crea entusiasmo
incluso entre los representantes de las instituciones. “Sabemos que
tenemos amigos también en Italia. Existe una unidad en nuestra historia,
en el apoyar a aquellos pueblos que luchan por su soberanía. Sabemos
que existen diferencias entre los pueblos occidentales y sus gobiernos”, nos ha dicho el primer ministro Wael al-Halqui después de habernos recibido en la sede del Parlamento. “Nosotros no tenemos armas químicas- ha especificado- estas
están siendo utilizadas por 38.000 terroristas extranjeros que están
combatiendo en nuestro país, abastecidos por Qatar, Turquía y Arabia
Saudí. La realidad es que los Estados Unidos están en crisis y han
encontrado en Siria un nuevo capo expiatorio”
Palabras
no muy alejadas de las del viceministro de asuntos exteriores Faisal
Mekdad, que ha recibido a la delegación del Frente Europeo y de la
comunidad siria de Italia justo después. “Hace más de 5 meses –ha explicado- que
pedimos mandar inspectores de la ONU para constatar el uso de armas
químicas por parte de los llamados rebeldes. En un ataque en la zona de
Aleppo han muerto 22 personas, entre ellas soldados nuestros. Y en lugar
de ello debemos escuchar las mentiras de Kerry, que no tiene la más
mínima idea de lo que está hablando”
Tras
haber comunicado también al viceministro la voluntad de instaurar una
relación duradera de solidaridad, hemos visitado el hospital militar
621. “Estamos sufriendo una injusticia, nos defenderemos porque es nuestro derecho”,
nos dice un soldado que nos acompaña en el ascensor. También el
hospital militar se encuentra en fase de evacuación; en sus habitaciones
permanece todavía una decena de militares heridos. Pese a la presencia
de nuestra delegación y de las TV sirias – con la consiguiente
saturación de las habitaciones- los soldados se muestran disponibles a
quien logra entrevistarles. Uno tiene una herida llamativa en la cabeza.
Nos dicen que ha recibido un balazo. Le damos una camiseta del Frente
Europeo, a lo que nos responde con el signo de la victoria mientras pone
una mano sobre su corazón. Mientras volvemos al albergue, observamos
preocupación entre los chicos de la comunidad siria en Italia. “El gobierno espera el ataque”, nos dicen. Mientras se acerca la hora de la cena, alguno propone comer unos falafel. En el fondo la vida continúa…